Noticia del 27/02/2008 EFE.
El dueño de un bar de Verges ha denunciado ante los Mossos que el pasado sábado un cliente aprovechó un descuido para sellar una quiniela múltiple por valor de 8.748 euros y marcharse sin pagarla, por lo que ahora la dirección de Loterías le exige que abone el importe del boleto. Al percatarse de lo sucedido, los propietarios del bar Can Grau denunciaron el hecho a los Mossos d'Esquadra y a la dirección de Loterías y Apuestas del Estado, que les comunicó que debían desembolsar el valor de la apuesta y que quizás les cancelarían el terminal, y en una inspección llevada a cabo hoy les han avanzado que posiblemente les sancionarán por tener el terminal demasiado accesible.
El propietario del bar, Josep Canals, ha manifestado hoy a Efe que, a pesar de que han sido víctimas de una estafa, los responsables de Loterías y Apuestas del Estado les exigen que abonen la cantidad del valor del boleto menos el 5,5% que se quedan los gestores de los terminales por el importe de cada boleto sellado. Los hechos ocurrieron sobre las 13.00 horas del pasado sábado, cuando Josep Canals se encontraba en el local con cuatro clientes, un conocido del pueblo y tres hombres de nacionalidad marroquí, uno de los cuales era cliente habitual. Canals salió del local apenas un minuto para buscar monedas para la máquina tragaperras y cuando regresó continuaban los mismos cuatro clientes.
Unos diez minutos después, una persona entró en el local a sellar un boleto, momento en que el propietario se dio cuenta que de una de los cuatro clientes del bar había accedido al terminal y había sellado y sustraído una quiniela por importe de 8.748 euros. Al intentar sellar la quiniela fue cuando vio en la pantalla el valor de la última operación que se había hecho, incrédulo repasó la máquina pensando que se trataba de un error informático, "pero no lo era", ha indicado Josep Canals.
A pesar de que rápidamente se pusieron en contacto telefónico con el Centro de Loterías y Apuestas del Estado en Madrid para que anularan la apuesta porque había sido un robo, la única respuesta que recibieron fue que "si no pagamos el importe antes de mañana, -porque los jueves es la fecha límite para ingresar el dinero-, nos cortarán el servicio".
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